03 diciembre 2007

M & Madrid

Madrid. No se si ahora que volví me pareció una gran ciudad, o si ya lo era. Madrid, mas que una ciudad es como un ser vivo que te va comiendo poco a poco. Va comiendo tus instintos, tu moral, toda tu forma de pensar. Va transformándote desde lo mas profundo, hasta cada simple pedazo de ti. Probablemente cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde.
¿Por dónde empezar? Estación Callao. Caminando por las calles uno sólo puede encontrar bares (de todo tipo) y también tiendas de todo tipo. Cualquier noche puede uno encontrarse con trasvestis vestidos de nazis con botas de tacón, o a mujeres llevando colgadas por el brazo un par de muñecas un poco diabólicas con sagre en sus vestidos. Lo heterosexual se ve mezclado y casi difuminado por todo lo demás. Se respira un aire denso, sucio, lleno de sexo y demencia.
Ser original es imposible. Lo extravagante no tiene lugar aquí, ya que todo es así. Resaltar aquí resulta impensable. Puedes ser lo que quieras. Puedes reinventarte (aunque no creo que sea muy conveniente). Callao. Gran Vía. Sol. Chueca. Chueca. Chueca. El nombre lo dice, ¿no? Chueca. Ahí todo tiene una escencia chueca. Torcido, deshecho. Los preceptos de comportamiento se van corroyendo (como se escribe eso?!) hasta que no quede nada, mas que una lámina delgada, a punto de quebrarse.
Así es Madrid. Espléndido. Te atrapa. Talvez demasiado. Talvez no te guste. O te acabe desagradando.
¡Bienvenido!

No hay comentarios: