28 enero 2008

En el rincón donde la fantasía sobrevive. Sólo ahí me siento cómoda, talvez porque ahí todo está bien. Ahí todo estuvo siempre bien. Las nimiedades de la realidad nunca lograron desvanecerla del todo. Por que sólo ahí todo permaneció siempre perfecto, inocente y desinteresado. Donde nadie vió a nadie. Donde la realidad sólo pudo afectarla dándole un toque armónico, nunca infiel.
Y ahí el tiempo no tiene lugar. Los sentimientos se conservan como algún día lo fueron, eternos, etéreos.

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