21 noviembre 2012

Me vuelvo a poner triste. Entro al blog, y veo lo que publiqué hace un par de días que escribió Séneca.

Mirando las cosas desde un punto racional, nada de lo que siento tiene sentido. Tristemente a veces mis emociones tienen más control sobre mi que mis pensamientos. Realmente no me puedo quejar de mi vida, de mis logros, de mi trayecto personal y profesional.

Pero a veces los pensamientos me matan, me comen, y no me dejan disfrutar. ¿Cómo le hago? No se separar mis pensamientos de mi cuerpo. Y quizás eso no es bueno.

Estoy confundida y no se si tantas bolas las hace mi cabeza simplemente para protegerme. Me quedan decisiones difíciles por tomar, y he tratado de aplazarlas lo más que puedo, pero ya están a punto de reventar. Y lo siento.

Y no se si debo tomar decisiones, o simplemente dejar que las cosas fluyan y me lleven con ellas. Pero creo que un poco más de acción sería buena. Pero tomo las decisiones sólamente pensando en mi?

Qué hacer?


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